Si tuviéramos que elegir un puñado de palabras para explicar el concepto de hub de emprendimiento, probablemente diríamos que se trata de un espacio destinado a propiciar sinergias.
Suele haber en estos centros de emprendimiento tres actores principales que se relacionan y retroalimentan entre sí hasta el punto de llegar a formar una comunidad.
Estos actores son el emprendedor (profesionales altamente cualificados dispuestos a ofrecer su talento, su conocimiento y su trabajo para crear ideas innovadoras que puedan desembocar en startups), la propia startup (empresas que suelen operar en el sector tecnológico y que tienen modelos de negocios tendentes a un crecimiento rápido o incluso exponencial), y el inversor (una persona o una compañía con un gran poder adquisitivo dispuesta a invertir parte de su patrimonio en profesionales con talento e ideas innovadoras).
¿Por qué se caracteriza un hub de emprendimiento?
Se trata, básicamente, de un lugar en el que los emprendedores trabajan juntos y colaboran para potenciar mutuamente su aprendizaje y abordar conjuntamente los retos del sector. Es un ecosistema pensado para favorecer el desarrollo empresarial, y va un paso más allá de los espacios de coworking. Es decir, no se limita a un espacio físico concreto compartido en el que se optimizan costes, si no que puede ocupar un territorio mucho más grande, llegando a crearse alrededor del mismo una auténtica comunidad que puede desplegar su influencia tanto a nivel regional, como nacional e incluso internacional. Nada menos que Silicon Valley es un buen ejemplo del alcance que pueden llegar a adquirir estos centros de emprendimiento.
¿Qué tiene de atractivo un hub empresarial?
Hablamos del caldo de cultivo idóneo para el surgimiento de startups. Por un lado permite que haya una concentración de talento creativo cualificado que trabaja hombro con hombro en un entorno atractivo y les ofrece la capacidad de relacionarse y generar sinergias con otros agentes relevantes.
Precisamente el acceso a financiación es lo que convierte a los hubs de emprendimiento en lugares tan propicios para el desarrollo empresarial. La existencia de una red de contactos tan extensa y diversa hace de estos entornos lugares ideales para la puesta en común de ideas y el desarrollo de proyectos. Este networking no solo ayuda a aligerar gastos, si no que nos permite apoyarnos en otros profesionales del sector allá donde podamos necesitarlos. Esto abre la puerta a mayores posibilidades para iniciar un negocio, y que este tenga éxito.
La influencia de los hubs de emprendimiento
La influencia de estos centros de emprendimiento colaborativo ha llegado a tener un gran alcance en ámbitos que sobrepasan sectores y fronteras. Las virtudes multidisciplinares y asociativas de estos lugares traen consigo el florecimiento de regiones enteras que, de apenas conocerse, pasan a convertirse en punto calientes del desarrollo empresarial a nivel mundial. Determinados hubs especializados en emprendimiento y transformación digital han llegado a promover cambios a gran escala en relación a la transformación tecnológica, las ciudades inteligentes, la innovación y el auge de las tecnologías disruptivas.
Ventajas de formar parte de un hub de emprendimiento
- Nos encontramos con trabajadores más motivados, y con más capacidad de ejecución y puesta en marcha de negocios.
- Entorno colaborativo que favorece la interacción, el co-aprendizaje y la participación conjunta (es común la organización de congresos y charlas, la realización de ejercicios de brainstorming, los laboratorios de innovación y desarrollo, etc).
- Variedad de enfoques, propuestas de investigación y tendencias.
- Acceso tanto a grupos profesionales y de asesoramiento experto, como a fuentes de financiación.
- Concentración de talento: mayor visibilidad y credibilidad.
- Capacidad de desarrollo de nuevas competencias y cualidades al estar en contacto con un entorno multidisciplinar.
Últimas reflexiones
Los hubs de emprendimiento están demostrando su potencial a la hora de crear regiones punteras a nivel empresarial. Varios de los puntos calientes en materia de tecnología tienen su origen en este tipo de entornos.
No solo el ya mencionado Sillicon Valley, si no también el Electronics City de Bangalore y varios otros núcleos en varias ciudades y regiones a nivel mundial. Regiones como Madrid, con entornos de la talla del Campus Google, el Impact Hub, Silicon Alley, o The Cube, entre otros; o Barcelona, con representantes como Barcelona Tech City o Catalonia Trade and Investment; o incluso, nuestra propia Valencia con espacios como Lanzadera, ponen de manifiesto el auge de este tipo de espacios también en nuestro país.