Lo que ofrecen los coworkings, por encima de cualquier otro entorno de trabajo, es la posibilidad real de establecer una comunidad, de construir vínculos con el resto de coworkers. Ese es el principal valor añadido que aportan estos espacios y, aunque no sea el único, es la razón principal que moviliza a miles de trabajadores alrededor del mundo a elegir este tipo de sitios para trabajar.
Y es que no se trata de una cuestión baladí. Cualquiera que haya estado el tiempo suficiente en el mercado laboral se dará cuenta de que los contactos, si no lo son todo, si son una parte muy importante en la carrera de cualquier profesional. Los contactos son la llave que abre las puertas del futuro, y un coworking es un lugar adecuado para ponerse en contacto con esas personas que pueden lanzarte al puesto o al proyecto que buscas. ¿Cómo lo hacen? Pues entre otras cosas, a través de los eventos.
¿Qué tienen de interesante los eventos?
Networking, networking y más networking: esa es la esencia de los coworking, y los eventos son unos vehículos muy propicios para poner este principio en práctica. Los eventos son un ecosistema perfecto para que surjan sinergias. Son, de alguna forma, la esencia del espacio de working, lo que lo anima y le da vida; lo que lo convierte en más que un lugar de trabajo.
El hecho de conectar, compartir ideas, y moverse en las mismas direcciones no sólo puede suponer un impulso y un valor crítico en cualquier proyecto que tengamos en marcha, si no que propicia una atmósfera agradable, creativa y productiva en el entorno laboral. Esto es el mejor reclamo para un coworking y la mejor receta para tener a nuestra comunidad satisfecha y contenta.
¿Qué eventos podemos organizar?
Existen multitud de iniciativas para dar ese empujón a los coworkers para que hagan comunidad, interactúen y colaboren. Algunas de ellas son de lo más trendy. Es el caso de los Hackthons, que son eventos especialmente diseñados para aquellos amantes de la tecnología y la informática, los Geeks, ayudan a poner el espacio en el radar y darlo a conocer entre un público muy interesante.
Algo similar ocurre con las noches PechaKucha. Se han convertido en todo un fenómeno en este tipo de entornos a lo largo y ancho del planeta. Se trata de una forma concisa y práctica de compartir los proyectos en los que estemos trabajando en formato de presentaciones rápidas. ¡Toda una mina de ideas!
Las mañanas son el momento perfecto para tejer lazos y poner sobre la mesa propuestas frescas, por eso los desayunos en equipo son una opción tan buena para conectar con nuestros compañeros coworkers.
En esta misma dirección andan también los eventos de cocina conjunta, también conocidos como Batch Cooking. No solo crearemos con ellos un ambiente distendido y relajado para crear comunidad, sino que además terminaremos comiendo cosas buenísimas y muy sanas.
Los afterworks y las fiestas tienen un denominador común: relajar tensiones y descomprimir. Sin duda, no está mal lanzar alguna de vez en cuando para poner el trabajo a un lado y conectar desde otros puntos.
Llama la atención especialmente el concepto de las FuckUp Nights, que consisten en crear un entorno seguro para hablar de fracasos profesionales. Se suele invitar a un emprendedor que no ha tenido éxito con su proyecto y se intenta entender cuáles son las razones de su fracaso. Se trata de una opción muy interesante para corregir errores y perder el miedo a tropezar en nuestras empresas.
Las clases y talleres grupales también son una buena manera de construir una comunidad. Estos eventos tratan temáticas de lo más variadas, desde asuntos con más relación con nuestras profesiones, hasta clases de baile, de música, de artesanía…
También podemos meter en este saco los cursos formativos, una opción muy cómoda y “a mano”, de profundizar en ciertos conocimientos que nos pueden ser útiles en nuestros puestos.
Este tipo de eventos pueden adquirir multitud de formatos, desde presentaciones más formales, hasta Wine&Work sessions, donde se busca un equilibrio entre la distensión y el trabajo.
También están los Free Days, o días de puertas abiertas, pensados para guiar a los potenciales nuevos coworkers o a los proveedores alrededor del espacio para que se hagan una idea mejor de lo que es un coworking y todo lo que ofrece.
Como vemos, las opciones no faltan, es cuestión solo de empezar a ponerlas en marcha. ¡Lo demás vendrá por sí solo!